El sueño es esencial para la salud y el bienestar de todos, sin embargo, las investigaciones sugieren que las mujeres pueden experimentar ciertos trastornos del sueño con mayor frecuencia que los hombres. En este artículo, exploraremos las posibles razones detrás de esta tendencia, respaldando estas afirmaciones con estudios científicos.
Insomnio
El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes en general, pero las investigaciones indican que las mujeres pueden ser más propensas a experimentarlo. Según un estudio publicado en “Sleep Medicine Clinics” en 2020, las mujeres a menudo tienen más probabilidades de sufrir insomnio relacionado con la ansiedad, el estrés y los cambios hormonales, como los que ocurren durante el ciclo menstrual y la menopausia.
Apnea del sueño
La apnea del sueño es otro trastorno que afecta a más mujeres de lo que se pensaba anteriormente. Aunque históricamente se ha asociado más con los hombres, investigaciones más recientes, como un estudio en “Chest” en 2019, han demostrado que las mujeres también pueden padecer apnea del sueño, especialmente después de la menopausia. Las razones detrás de esto incluyen cambios hormonales y la ganancia de peso.
Síndrome de piernas inquietas (SPI)
El SPI es otro trastorno que puede ser más común en mujeres. Un estudio publicado en “Journal of Clinical Sleep Medicine” en 2017 encontró que las mujeres tienen una mayor prevalencia de SPI, especialmente durante el embarazo. Se cree que las fluctuaciones hormonales pueden desempeñar un papel en esto.
Factores hormonales
Los cambios hormonales a lo largo de la vida de una mujer, como la menstruación, el embarazo y la menopausia, pueden influir en la calidad del sueño y aumentar la probabilidad de trastornos del sueño. Los estudios han demostrado que las fluctuaciones en los niveles de estrógeno y progesterona pueden desencadenar problemas de sueño.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
En resumen, las mujeres pueden experimentar una serie de trastornos del sueño con mayor frecuencia que los hombres, incluido el insomnio, la apnea del sueño y el SPI. Estas diferencias pueden atribuirse en parte a cambios hormonales y factores de estrés específicos de género. Los estudios científicos respaldan estas observaciones, lo que sugiere que es esencial abordar estos trastornos de manera personalizada y multidisciplinaria para mejorar la calidad del sueño de las mujeres.