El Síndrome de Kleine-Levin (SKL), también conocido como “Síndrome de la Bella Durmiente”, es una enfermedad neurológica rara que afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes. Una de las características más prominentes de este trastorno es la hipersomnia recurrente, donde los pacientes pueden dormir hasta 20 horas al día durante episodios agudos, que pueden durar días o incluso semanas. Además de la hipersomnia, los pacientes con SKL pueden experimentar una variedad de síntomas, como hiperfagia (aumento del apetito), desorientación, cambios de humor y comportamiento compulsivo.
Buscando una solución
La relación entre la psiquiatría y el SKL es importante debido a los efectos profundos que este síndrome puede tener en la salud mental de quienes lo padecen. Durante los episodios agudos de hipersomnia, los pacientes a menudo se sienten aislados y desconectados de la realidad, lo que puede causar angustia emocional y desencadenar síntomas depresivos. La falta de comprensión por parte de amigos, familiares y profesionales de la salud puede aumentar el estrés psicológico.
La psiquiatría desempeña un papel clave en el manejo del SKL al abordar las cuestiones de salud mental que surgen como resultado de la enfermedad. Los psiquiatras pueden evaluar y tratar la depresión, la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo que a menudo acompañan a los episodios de SKL. Además, pueden proporcionar apoyo emocional y estrategias de afrontamiento para ayudar a los pacientes y sus familias a lidiar con los desafíos emocionales que conlleva este síndrome.
La terapia de sueño también desempeña un papel fundamental en el manejo del SKL. Aunque no existe una cura definitiva para el síndrome, los enfoques terapéuticos pueden ayudar a controlar los síntomas y a reducir la duración de los episodios. Los profesionales de la salud mental, incluidos los psiquiatras, pueden trabajar en colaboración con especialistas en sueño para desarrollar estrategias de manejo del sueño, como la higiene del sueño y la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I). Estas estrategias pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir la duración de los episodios de hipersomnia.