El insomnio es un trastorno del sueño que afecta a muchas personas en todo el mundo. Uno de los factores que se ha relacionado con el insomnio es el cortisol, una hormona producida por las glándulas suprarrenales en respuesta al estrés. En este artículo, exploraremos qué es, cómo afecta el sueño y su relación con el insomnio.
El cortisol es una hormona producida naturalmente en nuestro cuerpo que desempeña un papel crucial en la regulación del estrés. Cuando nos enfrentamos a situaciones estresantes, como el trabajo o los problemas personales, el cortisol se libera para ayudarnos a lidiar con el estrés. Sin embargo, niveles crónicamente elevados de cortisol pueden tener efectos negativos en nuestra salud, incluyendo el sueño.
Varios estudios han demostrado una relación entre el cortisol y el insomnio. Un estudio publicado en la revista Sleep Medicine encontró que los niveles más altos de cortisol en la noche estaban asociados con una peor calidad del sueño. Otro estudio realizado en mujeres posmenopáusicas encontró que niveles elevados de este se correlacionaban con una mayor dificultad para conciliar el sueño y despertares nocturnos.
Esta hormona puede afectar el sueño de diferentes maneras. Por un lado, niveles altos pueden dificultar conciliar el sueño y mantenerse dormido durante la noche. Además, el cortisol puede interrumpir los patrones normales de sueño y alterar la fase REM, lo que puede afectar la calidad del sueño y contribuir a la sensación de cansancio durante el día.
Existen estrategias para regular sus niveles y mejorar el sueño. Una de ellas es reducir el estrés a través de técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el yoga. Estas prácticas pueden ayudar a disminuir los niveles y promover un estado de calma antes de dormir.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
El ejercicio regular también puede ser beneficioso para regular el cortisol y mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, es importante evitar hacer ejercicio vigoroso demasiado cerca de la hora de dormir, ya que puede tener un efecto estimulante en lugar de relajante.
La creación de una rutina de sueño saludable también puede ayudar a regular los niveles de cortisol. Establecer horarios consistentes para acostarse y levantarse, crear un ambiente propicio para el sueño y limitar la exposición a dispositivos electrónicos antes de dormir son algunas recomendaciones para mejorar la calidad del sueño.