La relación entre el sueño interrumpido y la disminución de la productividad laboral ha sido un tema de interés para investigadores en Latinoamérica. Estudios realizados en la región han arrojado luz sobre cómo el presentismo laboral, o estar físicamente presente en el trabajo pero no ser productivo, está vinculado al sueño interrumpido. Investigaciones llevadas a cabo por la Universidad Nacional Autónoma de México han encontrado una asociación directa entre el presentismo laboral y el sueño interrumpido entre los trabajadores latinoamericanos.
Además, investigadores de la Universidad de São Paulo en Brasil han descubierto que el sueño interrumpido está relacionado con una disminución en la capacidad cognitiva y la toma de decisiones de los trabajadores. Esto puede resultar en una menor eficiencia en la realización de tareas laborales y, en última instancia, en una reducción en la productividad.
Otro aspecto importante es cómo este problema puede afectar la salud mental de los trabajadores. Estudios realizados por la Universidad de Buenos Aires en Argentina han encontrado una asociación entre el sueño interrumpido y un mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad y depresión. Estos problemas de salud mental pueden impactar negativamente en la motivación y el compromiso laboral de los empleados.
Por último, el sueño interrumpido también puede tener consecuencias en la salud física de los trabajadores. Investigaciones realizadas por la Universidad de Chile han encontrado que este problema está asociado con un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud física, como enfermedades cardiovasculares y obesidad. Esta realidad presenta desafíos significativos que requieren atención y acción por parte de los empleadores y los responsables de recursos humanos en toda la región.