Las citocinas son proteínas que desempeñan un papel crucial en la comunicación entre las células del sistema inmune. Además de su función en la respuesta inmune, se ha descubierto que las citocinas también están involucradas en la regulación del sueño y pueden tener un impacto significativo en el insomnio.
Las citocinas son moléculas de señalización que se producen en el cuerpo en respuesta a infecciones, lesiones y otros estímulos. Actúan como mensajeros químicos para coordinar la respuesta del sistema inmune y desempeñan un papel importante en la regulación de la inflamación.
Varios estudios han demostrado una relación entre las citocinas y el insomnio. Se ha observado que las personas con insomnio crónico tienen niveles alterados de citocinas en comparación con aquellas sin problemas de sueño. Un estudio publicado en la revista Sleep encontró que las personas con insomnio tenían niveles elevados de citocinas proinflamatorias.
Las citocinas, especialmente las citocinas proinflamatorias, pueden influir en el sueño y la vigilia. Estudios han demostrado que la administración de citocinas puede inducir somnolencia y alterar los patrones de sueño. Además, las citocinas pueden afectar la producción de melatonina, la hormona responsable de regular el ritmo circadiano y promover el sueño.
Estas moléculas también pueden afectar la calidad del sueño al promover la fragmentación y la falta de sueño reparador. Un estudio publicado en la revista Brain, Behavior, and Immunity encontró que las personas con altos niveles de citocinas proinflamatorias experimentaron una peor calidad de sueño y una mayor dificultad para conciliar el sueño.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
El insomnio crónico puede aumentar la producción de citocinas proinflamatorias debido a la inflamación y el estrés crónicos asociados. La inflamación crónica puede desregular el equilibrio de las citocinas en el cuerpo, lo que puede contribuir al desarrollo del insomnio y otros trastornos del sueño.
El manejo del insomnio puede tener un impacto en los niveles de citocinas y mejorar la calidad del sueño. Se ha demostrado que las intervenciones como la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) reducen los niveles de citocinas proinflamatorias y mejoran la calidad del sueño en personas con insomnio.