Se utiliza para realizar diagnosticar problemas de hipertensión diurna y nocturna y para evaluar la respuesta al tratamiento farmacológico, como para el control de la hipertensión.
Debido a las dificultades que conlleva a nivel global en la vida de las personas, este problema constituye un alto riesgo de tener una autoestima negativa, debido al efecto de sus reiteradas experiencias de fracaso y a la frecuente reacción negativa del ambiente frente a sus dificultades.
Los riesgos de que el niño forme una autoestima negativa no sólo implican un sufrimiento en la infancia, sino que pueden sostener una dinámica sumamente perjudicial en su adolescencia y vida adulta. Algunos de estos efectos son:
Si bien las causas fisiológicas constituyen un factor significativo, los factores ambientales influyen en la forma en que se manifiesta el cuadro y las secuelas a lo largo de la vida. Así, si un niño vive en un ambiente estable y con normas claras, en el que se siente protegido, querido y seguro probablemente se transformará en un adulto productivo y trabajador, teniendo sólo como secuelas algunas dificultades de atención.
Si por el contrario, su entorno familiar y escolar no le proporciona estabilidad, contención, límites, etc., es probable que se convierta en un adulto con problemas serios de rebeldía con la autoridad y de atenerse a la normas. Si ha sido maltratado por su entorno a causa de su sintomatología, las consecuencias son mucho más severas, produciéndose trastornos del vínculo y problemas con su imagen personal.
Tradicionalmente, tanto en niños, adolescentes y adultos, se sugiere que el tratamiento sea multimodal y combinado. Que no sea sólo enfocado en atacar directamente los síntomas, sino que se abarquen intervenciones en el área laboral/escolar, familiar e individual de la persona.
Éste se refiere a la unión de la psicoterapia con el apoyo farmacológico, donde su aplicación simultánea potencia los efectos de cada uno por separado y, por ende, es más efectivo.
El 90% de los pacientes hipertensos presentan algún trastorno del sueño. El insomnio y la apnea obstructiva, son los trastornos más frecuentes vinculados con el incremento en el riesgo de obesidad y problemas cardiovasculares.
El simple hecho de tener dificultad para conciliar el sueño es un factor de riesgo de hipertensión. Las personas que duermen cinco horas o menos durante la noche son más propensas a desarrollar hipertensión o empeorar su condición hipertensa.
El sueño ayuda a la sangre a regular las hormonas del estrés, así como a mantener saludable al sistema nervioso. Con el tiempo, la falta de sueño puede afectar a la capacidad que tiene el cuerpo para regular las hormonas del estrés, lo cual desata la hipertensión.
Es el número de latidos del corazón por la unidad del tiempo. El ritmo cardíaco se expresa generalmente como batidos por minuto (BPM).
Es la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre. Cuando respiramos, nuestros pulmones inhalan oxígeno y exhalan dióxido de carbono. El desequilibrio entre los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre puede ser un signo de que los pulmones no están funcionando bien.
Regulación del flujo de aire que pasa a través de las fosas nasales tanto en inspiración como en espiración.
La posición en la que dormimos puede determinar la calidad de nuestro sueño.
Estudios han indicado que dormir de lado derecho parece agravar la acidez estomacal. Por otro lado dormir en el lado izquierdo puede mejorar la circulación.
Es el número de latidos del corazón por la unidad del tiempo. El ritmo cardíaco se expresa generalmente como batidos por minuto (BPM).
Es la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre. Cuando respiramos, nuestros pulmones inhalan oxígeno y exhalan dióxido de carbono. El desequilibrio entre los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre puede ser un signo de que los pulmones no están funcionando bien.
Regulación del flujo de aire que pasa a través de las fosas nasales tanto en inspiración como en espiración.
La posición en la que dormimos puede determinar la calidad de nuestro sueño.
Estudios han indicado que dormir de lado derecho parece agravar la acidez estomacal. Por otro lado dormir en el lado izquierdo puede mejorar la circulación.
Médico Cirujano de la U. de Los Andes. Especialista en Medicina Interna de la U. de Valparaiso.