La parasomnia en niños es un conjunto de trastornos del sueño que pueden causar comportamientos anormales durante la noche. Estos comportamientos pueden incluir pesadillas, terrores nocturnos, sonambulismo y otros fenómenos extraños. Aunque estas son más común en niños pequeños, puede afectar a pequeños de todas las edades. Una alimentación adecuada desempeña un papel crucial en el manejo de estos trastornos del sueño, ya que ciertos alimentos pueden promover un sueño más saludable y reducir la incidencia de estos episodios.
Plátanos:
Los plátanos son una excelente fuente de triptófano, un aminoácido precursor de la serotonina y la melatonina, dos hormonas que regulan el ciclo de sueño-vigilia. Consumir plátanos antes de acostarse puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir los episodios de parasomnia en niños.
Leche:
La leche es rica en calcio y contiene triptófano, lo que la convierte en una bebida relajante antes de dormir. Un vaso de leche tibia puede ayudar a calmar los nervios y promover un sueño más tranquilo, reduciendo así la aparición de parasomnia.
Pavo:
El pavo es otra fuente rica de triptófano. Puedes incorporarlo en la cena de tu hijo de forma saludable, como un sándwich de pavo en pan integral. Evita los aderezos picantes, ya que pueden causar problemas digestivos.
Frutas y verduras:
Alimentos ricos en antioxidantes, como las frutas y verduras, pueden ayudar a reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cuerpo. Esto puede ser beneficioso para los niños que experimentan parasomnia, ya que algunos de estos trastornos pueden estar relacionados con la inflamación cerebral.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
Almendras:
Estos frutos secos son una fuente de magnesio, que puede ayudar a relajar los músculos y los nervios, promoviendo un sueño más tranquilo. Sin embargo, dado que las almendras son un alimento sólido, es mejor ofrecerlas como un refrigerio durante el día en lugar de antes de acostarse.
Evita los alimentos estimulantes:
Es importante evitar alimentos y bebidas que contengan cafeína o azúcares agregados, especialmente antes de la hora de acostarse. Estos pueden aumentar la excitación y empeorar los problemas de sueño en niños propensos a la parasomnia.
Hidratación:
Asegúrate de que tu hijo esté bien hidratado durante el día, pero limita la ingesta de líquidos antes de acostarse para evitar interrupciones en el sueño debido a la necesidad de ir al baño.
Para terminar, cada niño es diferente, por lo que es esencial consultar a un profesional de la salud, como un pediatra o un nutricionista, para obtener orientación específica sobre la dieta de tu hijo y su trastorno del sueño. Recuerda que una alimentación equilibrada es solo un componente del enfoque integral para abordar la parasomnia en niños. Además de los cambios en la dieta, es importante mantener una rutina de sueño consistente y crear un ambiente propicio para el descanso nocturno.