Cuando termine este sábado habrá que adelantar los relojes una hora, puesto que se retomará en Chile el horario de verano.

Este cambio traerá consigo amaneceres y atardeceres más tardíos, lo que significará que muchos tendrán que levantarse aún de noche, pero empezarán a llegar a casa con más luz. Hay quienes piensan que esto alterará significativamente la rutina diaria y ven un problema en la modificación horaria.

Sobre los días que las personas suelen tardar en acostumbrarse, la médica manifestó que son dos o tres, pero que los niños pueden demorar incluso una o dos semanas, sobre todo por el hecho de que durante un tiempo entrarán a clases aún siendo de noche.

Para que haya un cambio más ameno se debe complementar con una higiene del sueño adecuada. Es decir, cumplir con hábitos saludables como evitar el alcohol de noche, al igual que el ejercicio intenso de noche (porque activa y hace que el sueño sea de peor calidad), comer liviano, no automedicarse con pastillas para dormir, mantener -dentro de lo posible- los mismos horarios en la semana y fines de semana y dejar de lado todo tipo de pantallas al menos 40 minutos o una hora antes de ir a acostarse, ya que los estímulos luminosos de este tipo pueden hacer que el cerebro crea que está de día y, por ende, dificultar que se concilie el sueño.

En tanto, el neurólogo y especialista en medicina del sueño de Clínica Somno, Pablo Guzmán, destacó la importancia de que cada persona sepa cuántas horas de sueño necesita, cosa que varía según el individuo y otros factores como su edad. Asimismo, el experto aseguró que si surgen problemas de sueño o empeoran los habituales a raíz del cambio de horario, es ideal consultar con un especialista pues podría significar algún conflicto mayor que no ha sido detectado.