Los turnos de noche (fijos o rotatorios) pueden generar efectos negativos en la salud. Se estima que alrededor del 20% de la población trabaja fuera del horario habitual (de 8 a 17 horas), lo que genera que la actividad laboral se realice en horarios irregulares (vespertino y nocturno, turnos rotativos, turnos divididos, turnos de llamada, turnos de 12 o 24 horas).
De acuerdo a la Encuesta Laboral 2008 de la Dirección del Trabajo, en Chile un 7,5% del total de los trabajadores se desempeñan en turnos nocturnos, con predominancia de hombres respecto a las mujeres.