¡Llegó la hora de la cama! - Clínica Somno

¡Llegó la hora de la cama!

Para lograr que los niños tengan un descanso reparador y, de esa forma, desarrollen plenamente sus habilidades, es importante que desde el primer momento se establezcan buenos hábitos de sueño…

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Publicado: 10-04-2018

Para lograr que los niños tengan un descanso reparador y, de esa forma, desarrollen plenamente sus habilidades, es importante que desde el primer momento se establezcan buenos hábitos de sueño.

¿Cuántas horas de sueño necesita tu hijo?

Karina Rosso, neuróloga infantil de Clínica Somno. Es vital crearles a los recién nacidos una rutina para la hora de dormir, desarrollando hábitos que le permitan experimentar una transición entre el movimiento diurno y la tranquilidad para quedarse dormidos.

Los horarios de ir a la cama y de levantar a tu hijo deben ser respetados por todos los que vivan con él. Su reloj biológico tiene una gran influencia en los despertares y somnolencia. Por otro lado, la siesta lo ayuda a que posea energía. Intenta, incluso para esta hora, crear oscuridad, puesto que incrementa la generación de melatonina, que es la hormona corporal del sueño.

¿Cuántas horas debe dormir un niño acorde a su edad?

¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?

Los pequeños, en general, requieren más horas de sueño que un adulto, teniendo un rango de normalidad muy amplio. Así, por ejemplo, los menores de 3 meses debieran dormir, idealmente, entre 14 a 17 horas, con una cantidad mínima aceptable de 11 horas y un máximo de 19 horas. Entre el año de vida y los 2 años, el rango ideal es de 11 a 14 horas, con un mínimo de 10 y un máximo de 18 horas.

¿Qué hacer si el niño se despierta por las noches?

¿Cuáles podrían ser las causas?

El sueño está compuesto por cinco a siete ciclos, que duran entre 60 a 90 minutos cada uno, entremedio de estos es normal que el menor tenga un sueño más superficial, durante el cual, si no están las condiciones ideales o las que acostumbra a tener, va a tender a despertar.

Por ejemplo, si suele alimentarse durante las noches, tenderá a despertar por hambre; si se quedó dormido en los brazos y al despertar está en un lugar distinto o desconocido, es posible que llore; si no aprende a ser capaz de conciliar el sueño, exigirá -generalmente mediante llantos- la presencia de alguno de sus padres.

Además de estas causas, hay otros motivos de despertares, tales como los terrores nocturnos y las pesadillas.

CREANDO UNA RUTINA DE SUEÑO Los hábitos de sueño son fundamentales, sobre todo en los primeros años de vida. Dentro de estos se aconsejan: *Al momento de conciliar el sueño, los niños deberían estar en su cuna o cama, por lo que se sugiere evitar que se queden dormidos en brazos, coche, u otros y durante los despertares tratar de no pasarlo a la cama de los padres.

Mantener un horario relativamente fijo para iniciar la rutina de sueño, el cual puede tener una variación de una hora durante los días de semana y hasta dos los fines de semana en los infantes mayores. *Crear una rutina de sueño, es decir, hacer una especie de ritual previo a dormir, que involucra disminuir los estímulos sonoros y luminosos al mínimo.

También se pueden incluir cantos, cuentos u oraciones, con el propósito que el menor vaya asociando que ya es hora de ir a la cama. *El dormitorio de los pequeños debe ser acogedor, con ropa de cama adecuada, evitar el sobreabrigo, adecuar las condiciones según cada infante, por ejemplo, en caso de miedo a la oscuridad se puede implementar una luz muy tenue para producirle un ambiente seguro.

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Un tratamiento eficaz
depende de un buen diagnóstico

Última modificación: 01-04-2022