Querer gritar, pero no poder emitir ningún sonido; intentar escapar y sentirse paralizado o experimentar que se está completamente desnudo frente a un auditorio repleto de desconocidos, son algunos de los sueños que la mayoría ha experimentado al menos una vez.

Muchos creen que se trata de algo irrelevante; sin embargo, estas imágenes que surgen durante el sueño están asociadas a mensajes que las personas no deberían dejar pasar.

Un reciente estudio de la Universidad de Cardiff (Reino Unido) reveló que tener un mal sueño una y otra vez es una señal de que algo importante está faltando en el día a día. A los 200 voluntarios que participaron en la investigación se les pidió llenar un cuestionario sobre qué tan satisfechos se sentían en distintos aspectos de su vida, además de anotar en un diario cuáles eran sus sueños negativos más recurrentes. Aquellos que se sentían frustrados e incompetentes tendían a tener más pesadillas, las cuales por lo general incluían sentimientos de miedo, enojo y pena.

Autoconocimiento Como esos sueños de trama compleja que involucran reacciones de ansiedad, tristeza, agitación o pánico, describe las pesadillas Carolina Altimir, investigadora del Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP).

“Sus causas son súper variadas. En algunos casos pueden ser una reacción normal frente al estrés, el cansancio, la depresión o la ansiedad”, dice la investigadora. Las frustraciones de la vida cotidiana, como el no poder aprobar un examen o que las cosas no salgan como uno espera, hacen que las personas tiendan a rumiar sobre estas ideas negativas.

“Esto hace que se dificulte la conciliación del sueño y que este sea más inquieto”, explica Paula Contreras, neuróloga de la Clínica Somno. Por su parte, Rodrigo Brito, psicólogo y académico de la Universidad Mayor, advierte que el trabajo de la U. de Cardiff es uno de los pocos estudios científicos relacionados con el tema de los sueños. “Los sueños son una continuación de lo que vivimos durante la vigilia.

Están conectados con lo que nos pasa en el día a día, aunque para algunos estos no tengan ninguna importancia”, asevera el experto. Es por esto que los especialistas recomiendan describirlos en un cuaderno con todos los detalles que se recuerden, para así poder analizarlos en mayor profundidad.

Práctica que también facilita el autoconocimiento. “Los sueños cumplen una función. Las pesadillas son, sobre todo, un mensaje del inconsciente que reflejan cómo estoy manejando ciertos aspectos de mi vida”, agrega Brito.