Los ritmos circadianos son similares de persona a persona, operando en ciclos de aproximadamente 24 horas. Pero resulta que hay algunas diferencias notables en los patrones de sueño / vigilia de mujeres y hombres, lo que podría explicar por qué los hombres tienden a ser noctámbulos, mientras que las mujeres son más propensas a ser madrugadoras. 

Cómo funciona 

Los ritmos circadianos están controlados por un área del cerebro llamada hipotálamo. Otras influencias incluyen la luz (que envía un mensaje a su cerebro de que es hora de despertarse) y la oscuridad (un indicador para su cuerpo de que es hora de liberar melatonina, una hormona que lo ayuda a conciliar el sueño). Los patrones regulares de sueño (despertarse e irse a la cama a la misma hora todos los días) también mantienen su ritmo circadiano funcionando normalmente, lo que ayuda a reducir la posibilidad de problemas de sueño como el insomnio. 

¿Qué tiene que ver el sexo con eso? 

Más allá de estos factores, hay otra variable importante que influye en su reloj interno: el sexo. Resulta que los ritmos circadianos masculinos y femeninos no coinciden exactamente. Los relojes de los hombres tienden a ser más verdaderos hasta un ciclo completo de 24 horas o más (en promedio, los hombres tienen un ciclo circadiano que es seis minutos más largo que para las mujeres), lo que significa que pueden sentirse menos cansados por la noche. En las mujeres, es más probable que el reloj interno sea más corto que un ciclo completo de 24 horas, lo que hace que sea más probable que se despierten antes, lo que también puede aumentar su susceptibilidad a los trastornos del sueño que se despiertan temprano como el insomnio. 

Manejo de las interrupciones del ciclo del sueño 

Si bien ocho horas por noche en promedio es ideal para ambos sexos, resulta que los hombres se ven más afectados por los períodos de privación.5 La falta de sueño hace que el rendimiento laboral sufra más para los hombres que para las mujeres, y los hombres se recuperan menos rápidamente de la falta de duerme que las mujeres. Por otro lado, los ciclos más cortos de las mujeres significan que tienen más probabilidades de tener una caída de energía por la noche, lo que podría ayudar a explicar por qué hay un mayor riesgo de lesiones relacionadas con el trabajo en las trabajadoras por turnos. Por supuesto, es posible aprender a volver a entrenar su reloj interno para ayudarlo a sentirse más despierto o con sueño en diferentes partes del día, según las necesidades de su estilo de vida. Pero si se lo deja solo, los ritmos naturales del cuerpo hacen que sea más probable que si eres hombre, serás un ave nocturna y, para las mujeres, un madrugador.

Fuente: National Sleep Foundation